Puebla impulsa el turismo de reuniones con enfoque sustentable

Espacios certificados, proveedores responsables y políticas públicas con visión ecológica son hoy la base del nuevo rostro del turismo de reuniones en Puebla.

En todo el mundo, los consumidores demandan compromiso ambiental de las empresas, y la industria MICE (Meetings, Incentives, Conferences and Exhibitions) no es la excepción. Los eventos actuales deben dejar una huella positiva en los asistentes, no en el planeta. La sostenibilidad se ha convertido en el nuevo estándar del sector.

Un modelo de turismo responsable

Puebla ha comprendido esta necesidad y ha apostado por un modelo de turismo de reuniones verdaderamente sostenible. Su estrategia se refleja en recintos con certificaciones internacionales, políticas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una red de proveedores que aplican prácticas responsables en cada etapa de su operación.

Desde acciones de reciclaje y ahorro de energía, hasta la promoción del transporte alternativo, la ciudad impulsa una manera más ética y consciente de organizar eventos.

El cambio comenzó con el Centro Expositor de Puebla, que en julio obtuvo la certificación EarthCheck Silver, reconocimiento internacional que avala su desempeño en eficiencia energética, gestión hídrica y manejo de residuos. Este recinto es uno de los pocos en América Latina con este nivel de certificación.

Durante la Feria de Puebla 2025, también se implementaron medidas verdes: se reciclaron más de 6.6 toneladas de residuos y se instaló un biciestacionamiento techado para fomentar la movilidad sustentable entre los visitantes.

Además, el Centro Expositor cuenta con los distintivos S (Sustentabilidad), H (Higiene) y el sello Punto Limpio, lo que garantiza altos estándares ambientales, sanitarios y operativos.

Políticas públicas con visión ecológica e inclusiva

A nivel estratégico, Puebla cuenta con una Ley de Turismo que establece zonas de desarrollo sustentable. Esta normativa busca equilibrar el crecimiento económico con la protección ambiental y la inclusión social, pilares esenciales para el desarrollo regional.

El estado también impulsa proyectos de turismo rural y comunitario, que permiten a las comunidades locales beneficiarse directamente de la actividad turística, a la vez que ofrecen a los visitantes experiencias auténticas, responsables y con sentido social.

Recintos con compromiso ambiental

Además del Centro Expositor, el Centro de Convenciones William O. Jenkins destaca por su ubicación dentro de un sitio declarado Patrimonio Mundial, lo que exige un uso racional de los recursos y estrategias activas de conservación. Su cercanía con zonas turísticas y estaciones facilita la movilidad sustentable de asistentes y organizadores.

Otros espacios como el Jardín Etnobotánico Francisco Peláez y diversos parques ecológicos metropolitanos se han convertido en escenarios para actividades post-evento, enfocadas en la reconexión con la naturaleza y la educación ambiental, especialmente dentro de congresos científicos o viajes de incentivo.

Proveedores con conciencia verde

Hoteles y prestadores de servicios han comenzado a adaptar su operación a las nuevas exigencias sostenibles. Algunos fomentan el uso de productos locales y de temporada, reducen los plásticos de un solo uso y colaboran con talleres comunitarios para ofrecer amenidades elaboradas de forma responsable.

Estas medidas no solo disminuyen el impacto ambiental, sino que también fortalecen la economía local, generando un modelo integral de sostenibilidad.

Formación y profesionalización para un cambio real

La Secretaría de Desarrollo Turístico del Estado impulsa programas de capacitación en temas de sustentabilidad y accesibilidad dirigidos a guías, operadores y empresas del sector. El objetivo es elevar la calidad del servicio sin comprometer los recursos naturales.

Paralelamente, el Consejo Estatal de Turismo fortalece la colaboración entre instituciones públicas y privadas, fomentando estrategias sostenibles con resultados medibles.

Rumbo a un futuro verde

Puebla avanza con paso firme hacia una industria MICE más sustentable. Tan solo en 2024, se realizaron más de 160 eventos con enfoque ecológico. Este año, la ciudad fue sede del Congreso Nacional de la Industria de Reuniones (CNIR), que reunió a más de 800 asistentes y generó una derrama económica superior a 40 millones de pesos.

El reto a futuro es claro: duplicar los beneficios del turismo de reuniones en los próximos cinco años, manteniendo la armonía con el medio ambiente y preservando el patrimonio cultural que distingue al estado.

Con una visión estratégica y acciones concretas, Puebla se consolida como un referente nacional en turismo de reuniones sustentable, donde el progreso y la responsabilidad ambiental caminan de la mano.